Esta es una receta familiar apta para cualquier tipo de emergencia. Porque ¿quién no tiene en la despensa un poco de arroz, unas latas de atún o una cebolla? ¿En qué nevera no hay siempre un par de pimientos verdes por el fondo del cajón de las verduras? Mi tía Carmen, que es la autora de este riquísimo y super práctico arroz, ni siquiera pela los tomates. Dado que no soy partidaria de comer en plan “pellejo va – pellejo viene”, he optado por pelarlos, a riesgo de ser llamada hereje. Ahora que lo pienso, creo que lo del ajo me lo he inventado y ha colado. La familia lo ha admitido bien. También intenté otras innovaciones y mejoras, como utilizar atún fresco por ejemplo, pero tuve que reconocer que el arroz era inmejorable (salvo en el tema de los pellejos, ahí no cedo). Así que aquí tenéis una receta para hacer en un momento y encima sin sustituciones, simplificaciones ni mistificaciones, porque es así, tal cual, simple y sencilla. Ni siquiera hace falta comprar un atún maravilloso, no lo necesita. El atún corriente y moliente se deshace y se mezcla con el arroz dándole un sabor estupendo, mientras que las lascas de una ventresca maravillosa dejarán el arroz un poco soso. Como máxima sofisticación, se puede añadir a este arroz un poco de perejil picado al final. Pero que conste que la receta no lo dice.
La receta
Ingredientes
[cuatro personas] 250 g de atún en aceite (peso escurrido) • 1 cebolla • 2 pimientos verdes • 2 tomates maduros • 1 diente de ajo • 5 cs de aceite de oliva v.e. • 2 tazas de arroz • 6 tazas de agua • salElaboración
- Cortar la cebolla y el pimiento en tiras. Pelar y picar los tomates. Poner el aceite en una olla al fuego y saltear la cebolla y el pimiento a fuego vivo hasta que se doren, pero sin ablandarse mucho. Añadir el tomate junto con el diente de ajo triturado y sofreír 4 minutos. Incorporar el atún y, opcionalmente, el aceite de la lata.
- Añadir el arroz y rehogarlo removiendo para que se impregne bien del sofrito. Bañar con el agua hirviendo y sazonar con sal. Cocer a fuego medio durante 18 minutos o hasta que el arroz esté hecho. Debe quedar caldoso.
- Versión en la olla exprés: se hace todo igual, salvo que se añaden sólo 4 tazas de agua. Se ajusta la presión al mínimo (en mi olla 0.8 bar) y se cuece 6 minutos. Abrir la olla, remover, volver a tapar sin cerrar la olla, reposar 2 minutos y servir. En la olla sale perfecto de punto pero más “cremoso” que caldoso.
Notas
Si os fijáis, los arroces caldosos son más fáciles de hacer que los secos, ya que cuando el arroz está hecho se sirven, y no importa que quede un poco más o un poco menos de caldo. Nada que ver con la problemática que rodea a los arroces secos: que ya están hechos pero queda caldo, que está seco pero duro, que ya está seco pero se me ha pasado…, en fin. Nada de esto os sucederá nunca con un arroz caldoso.
[1 ct = 1 cucharadita = 5 ml • 1 cs = 1 cucharada = 15 ml • 1 taza = 250 ml • Temperaturas siempre en ºC • calcular cantidades]