Una receta de sabores intensos y muy suave a la vez. Sus colores y sus aromas me traen recuerdos atlánticos, de esas vacaciones que tan lejos están ya. La calidad de los ingredientes es siempre importante, pero en este caso es vital. La verdura no es un elemento secundario: unas buenas espinacas frescas (no de bolsa) apenas cocinadas y con un toque muy ligero de salsa de limón son un manjar tan digno como los espléndidos berberechos que encontré el otro día en el mercado.
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Ingredientes
[seis personas] 500 g de berberechos frescos • 1 kg de espinacas frescas • 200 ml de nata líquida • 1 limón • sal • pimienta blanca molidaElaboración de los berberechos con espinacas
- Poner los berberechos en abundante agua fría con sal. Conviene tenerlos así un par de horas cambiando el agua de vez en cuando. Así soltarán la arena que pudieran tener.
- Limpiar las espinacas cortando los tallos y lavarlas muy bien en agua abundante, ya que suelen tener bastante tierra.
- Mezclar la nata en frío con el zumo de ½ limón, sazonar con sal y pimienta blanca. Reservar en la nevera.
- Poner medio vaso de agua con sal en una olla al fuego y cuando hierva, echar las espincas. Removerlas con cuidado hasta que pierdan volumen. Reservarlas.
- Poner otra olla a fuego vivo con un vaso de agua, esta vez sin sal, y cuando hierva, añadir los berberechos escurridos. Tapar la olla y al cabo de 1 minuto aproximadamente ya estarán abiertos todos los berberechos.
- Colocar las espinacas escurridas en una fuente, regar con la salsa de nata y la ralladura de ½ limón. Colocar los berberechos por encima y aliñarlos con el zumo de ½ limón.
- Servir enseguida. Las espinacas y los berberechos van calientes y recién hechos y la salsa de limón fría.
Notas
El que se atreva puede sustituir las espinacas por algas wakame secas rehidratadas y tendrá un bocado intensamente marino.
