Solomillos de cerdo a la cazuela con gremolada

Solomillos de cerdo a la cazuela con gremolada

Lo que tiene el apellido “a la cazuela” es que siempre parece que todo va a estar mucho mejor. Cazuela es una alegre palabra,como les pasa a todas las que terminan en -uela. Aunque quizá deba exceptuar muela, ya que no todos los asuntos de la muela son exactamente alegres. Según nos cuenta la Real Academia, la cazuela proviene del cazo, que aquí actúa etimológicamente de costilla de Adán. Y cazo parece ser que viene de la palabra latina cattia (debido a las limitaciones del teclado os tenéis que imaginar cattia con una graciosa curvita sonriente o si lo preferís un cuernecillo en lugar del punto de la i), pero hasta aquí hemos llegado, porque esta no la encuentro en ningún diccionario ni con cuernecillo ni sin él. Si hay algún latinista por aquí, por favor que dé un paso al frente y nos ilustre.

Y nosotros a lo práctico. Cazuela rima con abuela, ojo al dato, que psicológicamente tiene su miga. Será por eso que parece que tiene que albergar guisos tradicionales y suculentos, sopas de pan y salsas en las que mojarlo. Una piensa automáticamente las de barro, pero la cazuela no es más que una olla o puchero de paredes más bajas y puede estar hecha de cualquier material. En esta receta hay que usar una de acero inoxidable o de algún otro metal. Si alguien le tiene afecto al antiadherente, permitido, pero no valen las de barro, no os quedaría bien.

Estos solomillos requieren fuego vivo, unos minutillos tapados para que hagan jugo con el Pedro Ximénez, la gremolada, y a comer. ¿Y qué tal saben? Pues buenísimos. ¡Si son “a la cazuela”! cómo van a saber…

La receta

Ingredientes

[cuatro personas] 4 solomillos de cerdo (o 2 si son grandes) • 100 ml de Pedro Ximénez • 1 cs de perejil picado • 10 g de corteza de limón picada • 3 dientes de ajo picados • sal y pimienta • aceite de oliva virgen extra

Elaboración de los solomillos de cerdo a la cazuela con gremolada

  1. Poner al fuego una cazuela con 6 cucharadas de aceite. Cuando esté caliente incorporar los solomillos y dorarlos por todas partes a fuego vivo.
  2. Cuando tengan un bonito color se baja el fuego, se sazonan con sal y pimienta y se añade el vino. Dejar tapado a fuego lento cinco minutos.
  3. Transcurrido este tiempo añadir la gremolada: el ajo, el perejil y la corteza de limón (sin lo blanco) finamente picados juntos. Volver a tapar la cazuela y dejar otros 5 minutos (2 si son muy pequeños, 10 si son grandes) con el fuego al mínimo o apagado. Servir calientes con arroz blanco o puré de patata.

Notas

La gremolada o gremolata, es una picada italiana (perejil, ajo y corteza de limón) característica de recetas como el ossobuco.

[1 ct = 1 cucharadita = 5 ml • 1 cs = 1 cucharada = 15 ml • 1 taza = 250 ml • Temperaturas siempre en ºC • calcular cantidades]

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