Fresas en el bosque

fresas silvestres

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Qué maravillosa sorpresa cuando ves otra vez esos preciosos puntitos rojos brillar en el claroscuro del bosque, al borde del camino. No me lo esperaba. Pero como este año todo va retrasado, todavía encontré miles de fresas en un lugar donde habitualmente por estas fechas apenas quedan algunas. Primero probarlas, qué delicia. Tanto sabor en una fruta tan pequeña. Y después la recolección, no puedo resistirme. Había para elegir, así que no tuve otra opción que recurrir al gorro y llenarlo de las más maduritas. Brillantes, aromáticas, todavía frescas de rocío…

Como son minúsculas, tuve que tener paciencia y recoger bastantes para poder hacer uno de mis mejores dulces: el hojaldre de fresas silvestres. Sencillo y exquisito. Y por fin con fotos. Se puede hacer también con fresitas compradas, pero recogidas en el campo hace mucha más ilusión.
Eso sí, lo que más cuesta es mantener las fresas a buen recaudo mientras se hace la tarta. Si la familia ya la ha comido alguna vez es posible que aguante, puesto que saben lo rica que está. En caso contrario habrá que convencerles de que la espera merecerá la pena.

Hojaldre de fresas silvestres

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