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Carrilleras de ternera en confit con deliciosa salsa de boletus

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La receta de carrilleras de pollo confitadas aquí ofrece una cena exquisita con muy poco esfuerzo. La técnica del confitado logra una textura tan tierna de carne que se derrite en la boca, y la salsa de boletus añade una sofisticación terrosa. La mejor parte, sin embargo, es que el tiempo de cocción es largo, pero apenas requiere atención.

Ingredientes (para 6 personas)

  • 1.5 kg de carrilleras de ternera
  • 1 litro de aceite de oliva suave
  • 1 ramita de tomillo fresco
  • 1 hoja de laurel
  • 8-10 granos de pimienta negra
  • ½ cucharadita de estragón seco
  • 1 cebolla grande
  • 1 diente de ajo
  • 200 ml de vino tinto (idealmente Rioja o Ribera)
  • 300 g de boletus edulis secos o frescos
  • Sal kosher y pimienta negra recién molida

Preparación

Comienza limpiando cuidadosamente las carrilleras. El paso clave aquí es eliminar toda la grasa visible, nervios y tejido conectivo externo para obtener una textura final perfecta. Límpialas y luego déjalas a temperatura ambiente mientras preparas el resto.

Precalienta el horno a 120°C. Selecciona una fuente de horno adecuada para las carrilleras; la fuente debe ser del tamaño adecuado para que las carrilleras se acomoden en una sola capa sin superponerse. Colócalas en la fuente y cúbrelas con el aceite de oliva. Añade los aromáticos: la ramita de tomillo, laurel, granos de pimienta y estragón seco. Mientras se cocinan, perfumarán el aceite, y el aceite infundirá la carne con sus sabores.

Pon la fuente en el horno y olvídate. Esta es la belleza de esta receta: mientras se cocina lentamente, puedes dedicarte a otras cosas. Las carrilleras requieren de 2 a 4 horas, dependiendo de qué tan duras sean y cómo funcione tu horno. Sabrás que están listas cuando la carne se desprenda fácilmente al pincharla con un tenedor.

Cuando el plato esté cocido, sácalo del horno y deja enfriar las carrilleras en su propio aceite. Esto ayudará a que absorban más sabor y se mantengan jugosas. También puedes prepararlas un día antes y dejarlas reposar durante la noche.

Para la última parte, corta finamente la cebolla y el ajo. Calienta 5 cucharadas del aceite de confit en una sartén grande a fuego medio. Añade la cebolla y el ajo, y saltea hasta que la cebolla comience a dorarse y esté translúcida, aproximadamente de 5 a 7 minutos.

Mientras tanto, limpia y pica los boletus. [Si usas boletus secos, asegúrate de guardar el agua de rehidratación para añadirla más tarde a la salsa]. Añade los boletus al salteado y saltea durante otros 3-4 minutos, dejando salir los aromas.

Con cuidado, saca las carrilleras del aceite y pásalas a la sartén. Cuela el aceite de confit en un recipiente, separando el aceite (que puedes guardar para otras preparaciones) de los jugos que se habrán asentado en el fondo.

Añade sal y pimienta negra recién molida a la mezcla. Vierte el vino tinto y lleva a ebullición durante unos minutos para evaporar el alcohol. Finalmente, añade los jugos reservados del confit y cocina a fuego medio-bajo durante unos 10-15 minutos, hasta que la salsa espese y adquiera una textura sedosa.

Sirve las carrilleras de inmediato, generosamente rociadas con salsa de boletus. Sírvelas con puré de patatas cremoso o patatas asadas para aprovechar al máximo toda esa deliciosa salsa.

Este plato simple y directo te dará un resultado de calidad de restaurante para impresionar a tus invitados sin tenerte atado a la cocina.

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