Esto de decir albóndigas caseras suena a redundancia, pero es verdad que la receta de las albóndigas corrientes es algo que hay que tener en el “fondo de armario”. Esta es la receta básica de albóndigas caseras y a partir de ella, las variaciones son todas las que os apetezcan: añadir zanahorias, champiñones, pimientos, tomate… o incluso boletus, o trufas y cambiar el vino por oporto para hacer unas albóndigas “de luxe”, en fin, podríamos seguir horas. Las albóndigas nos dan alas… Mirad si no estas albóndigas con especias que hice en otra ocasión. Hablando de especias, la mostaza que he puesto en las albóndigas de hoy es opcional, pero he dejado la foto simplemente porque me gustaba.
Siempre pido en la carnicería que me seleccionen carne lo más magra posible para picar. Es cierto que la grasa aporta jugosidad, pero prefiero conseguirla añadiendo miga de pan (o pan rallado) mojada en leche. También pido que me piquen juntos la ternera y el cerdo y que los pasen dos veces por la máquina de picar.
La receta
Dificultad media| 1 hora 20 minutos [activo: 45 minutos]
Ingredientes
[seis personas] 750 g de carne de ternera picada • 250 g de carne de cerdo picada • 2 cs de pan rallado • 100 ml de leche • 3 huevos • sal • pimienta • harina • 200 ml de aceite de oliva virgen extra • 1 cebolla grande (300 g) • 150 ml de vino oloroso seco • tomillo • mostaza en grano (opcional)[una persona] 125 g de carne de ternera picada • 40 g de carne de cerdo picada • 1 ct de pan rallado • 1 cs de leche • 1/2 huevo batido • sal • pimienta • harina • 35 ml de aceite de oliva virgen extra • 50 g de cebolla • 25 ml de vino oloroso seco • tomillo • mostaza en grano (opcional)
Elaboración de las albóndigas caseras
- Mezclar la carne picada con los huevos, el pan rallado y la leche. Sazonar con sal y pimienta.
- Con las manos mojadas en agua fría, formar bolas con la carne e irlas depositando en una bandeja cubierta de harina.
- Poner el aceite en una sartén honda y no muy grande al fuego. Rebozar las albóndigas con la harina para que queden cubiertas por todas partes y sacudirlas para evitar el exceso. Freírlas por tandas hasta que están bien doradas. Escurrirlas bien y pasarlas a una cazuela.
- Cortar la cebolla en tiras finas y freírla en el mismo aceite hasta que esté de color dorado oscuro. Escurrirla y pasarla a la cazuela junto con las albóndigas.
- Quitar casi todo el aceite de la sartén y volver a ponerla al fuego con el vino. Dejar que hierva, rascar el fondo de la sartén para desprender los jugos, y volcarlo todo sobre las albóndigas.
- Terminar de cubrirlas con agua o caldo y sazonar con algo más de sal, pimienta, una pizca de tomillo y otra de mostaza en grano.
- Cocerlas tapadas a fuego lento durante 30-40 minutos, destapándolas un poco al final para concentrar las salsa.
Notas
Un buen truco para formar las albóndigas sin que se os peguen a las manos es mojarse las manos en agua fría. Cuando se empiecen a pegar, se vuelven a mojar.
Siempre que doréis cebolla, tened mucho cuidado para que no se queme, ya que os estropeará el guiso: el límite entre “dorado oscuro” y “quemado” hay que tenerlo muy claro…
Los guisos de albóndigas son la perfecta cazuela para tener hecha con antelación, recalentar, congelar, lo aguantan todo.
Si os quedan unas cuantas, se pueden congelar y servirlas otro día como tapa: quedan muy bien de una en una en cazuelitas individuales.