Con el precio de la energía eléctrica alcanzando máximos de precio histórico, la preocupación por reducir el gasto en la factura eléctrica, a través de la reducción de consumo energético, es una de las preocupaciones vigentes en el 95% de los hogares españoles.
El consumidor, para ahorrar en su factura de la luz, lo primero que debe hacer es conocer qué electrodomésticos del hogar son los que más consumen y en cuáles compensa gastarse un poquito más comprando modelos de bajo consumo.
Los frigoríficos, lavadoras, hornos eléctricos y aires acondicionados son los aparatos domésticos que más energía consumen en los hogares españoles a lo largo del año. Siendo recomendable por optar por aparatos de bajo consumo como los frigoríficos o neveras de Tienda Azul que permiten una reducción de hasta un 30% en el gasto energético en los aparatos de refrigeración.
En el momento de decidir qué electrodoméstico elegir para equipar tu hogar, no solo tienes que tener en cuenta el precio del aparato sino también hacer la elección del aparato por etiquetado de eficiencia energética (siendo A o B tal y como como recomienda el Ministerio para la Transición Ecológica ahorrar dinero a lo largo de la vida útil del aparato).
El frigorífico es el único electrodoméstico que está en funcionamiento las 24 horas del día, los 365 días al año, por lo que es vital controlar el consumo eléctrico que va a repercutir directamente en nuestra factura.
¿Qué frigorífico de eficiencia energética elegir?
Antes de resumirte la escala energética nos gustaría “asustarte” con la diferencia de consumo Kw/año que existe entre un modelo de gama A ó B con un modelo de gama G o incluso con un aparato viejo
El consumo de las neveras de bajo consumo (Etiqueta A o B) se sitúa en torno a los 175 kw/año y en cambio los modelos categorizados con la etiqueta D ó G llegan a alcanzar consumos superiores 650 Kw/año: 3 Veces más. Lo que supone multiplicar por 3 tu factura de la luz en este apartado.
Consejos para ahorrar en el consumo de electrodomésticos
- Se debe vaciar y limpiar a fondo el frigorífico y nevera una vez al año.
- Nunca introducir alimentos calientes porque dichos alimentos harán aumentar la temperatura interior y provocarás que el frigorífico tenga que trabajar con mayor intensidad.
- Las temperaturas óptimas a las que deben regularse estos aparatos son: El congelador debe situarse en 18 °C y el frigorífico entre 4 y 5 °C.
- Limita el número de veces que abres el frigorífico. Cada vez que abrimos la puerta, la temperatura ambiente del hogar provocará que el aparato tenga que realizar nuevos procesos de enfriamiento para conseguir el nivel de temperatura establecido en el habitáculo.
- Revisa las juntas del frigorífico. Pequeños cortes o desgarros hacen que el interior no sea estanco y se escape por ahí las frigorías producidas. Sustitúyelas en cuanto observes algún tipo de grieta o desperfecto.
- Todos los frigoríficos actuales tienes opciones de ahorro de energía o vacaciones. Usarlo cuándo es necesario reportará un menor consumo del aparato.
- Ubicación del refrigerador: Sitúalo en puntos alejados de fuentes de calor como radiadores o similares. No lo pegues a la pared, deja un pequeño espacio tanto en la parte posterior como en la superior para que existan vías de ventilación y no se sobrecaliente.
Haz estas medidas extensivas no sólo al frigorífico sino también al congelador porque se rigen por los mismos principios energéticos.